Si se quiere controlar el consumo energético de un edificio, se puede hacer de varias maneras. Una de las maneras para crear una arquitectura sostenible: las envolventes. Hoy, en NIBUG te contamos el rol que desempeñan.
¿Qué es una envolvente arquitectónica?
La envolvente es la piel del edificio. En la arquitectura antigua, la fachada era un elemento pesado y que sostenía la estructura. Sin embargo, ahora actúa de filtro solar o contra el viento. Las envolventes se pueden usar, incluso, para hacer una arquitectura, un ahorro para el consumo energético del edificio.
Arquitectura sostenible: envolventes
Una de las premisas de NIBUG es aprovechar los recursos del lugar para poder aprovechar al máximo los recursos naturales que ofrece el entorno. Para ello, se deben tener en cuenta varios factores:
- El consumo de energía del edificio
- La adaptación a la climatología local
- El uso de sistemas de ventilación
- El aprovechamiento máximo de la luz natural
- El ciclo de vida del edificio
- La duración y el mantenimiento de los materiales.
Para diseñar y escoger una buena envolvente para el edificio…
Las envolventes absorben el calor y aire. Hace de pantalla y permite que el edificio se adapte al clima. El papel de la envolvente debe ser de:
- Reguladora de la temperatura con la del exterior
- Filtrar la luz del sol
- Controlar la dirección de los vientos
- Tener en cuenta la resistencia y la estabilidad
- Ayudar a la ventilación natural de las diferentes áreas.
- Permitir la iluminación natural para mejorar el confort del usuario.
Así pues, debemos pesar que no todas las envolventes o todas las pinturas sirven para todos los edificios. Depende de donde está ubicada, la envolvente será más adecuada o menos, así como la pintura envolvente pues en una zona de costa, deberíamos utilizar una pintura que tarde más en corroerse o un color que minimice el impacto energético.
En NIBUG sabemos que para que la arquitectura sostenible sea posible, las envolventes deben ser pensadas dese la fase inicial del proyecto constructivo.